domingo, 9 de diciembre de 2012

Actividades "Poema del Mío Cid"


En Valencia con los suyos vivía el Campeador;
Con él estaban sus yernos, Infantes de Carrión.
Un día que el Cid dormía en su escaño, sin temor,
un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció:
Escapose de una jaula, saliendo fuera, un león.
Los que estaban en la Corte sintieron un gran temor;
recogiéronse sus mantos los del buen Campeador,
y rodean el escaño en guarda de su señor.
Allí Fernando González, infante de Carrión,
ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró;
metiose bajo el escaño, tan grande fue su pavor.
Diego González, el otro, por la puerta se salió diciendo con grandes gritos:
-¡Ay, que no veré Carrión!
Tras la viga de un lagar metiose con gran temor;
todo el manto y el brial sucios de allí los sacó.
En esto que se despierta el que en buena hora nació;
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio:
-¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció?
-Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león.
Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó:
El manto se pone al cuello y encaminose al león.
La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó;
allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló.
Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó,
y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió.
A maravilla lo tiene todo el que lo contempló.
Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión.
Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
y cuando los encontraron, los hallaron sin color.
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión;
mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador.
Sintiéronse avergonzados Infantes de Carrión;
fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.
    Anónimo. Poema del mío Cid (Versión de Francisco López Estrada.)

Principio del formulario

Elige la opción correcta:

1.- ¿Cómo se llamaban las hijas del Cid?  
a) Doña Elvira y doña Sol.
b) Doña Elvira y doña Juana. 
c) Doña Juana y doña Sol. 

2.- Sus maridos eran:
a) Los infantes de Castilla.
b) Los infantes de Valencia. 
c) Los infantes de Carrión.

3.- ¿Qué suceso ocurrió un día? 
a) Que atacaron los moros.
b) Que se escapó un león de la jaula.
c) Que se formó una tormenta. 

4.- ¿Cómo se comportaron los infantes de Carrión?
a) Con gran valentía.
b) Con indiferencia.
c) Con cobardía.

5.- ¿Qué hizo Fernando González?   
a) Meterse debajo del escaño.
b) Ponerse tras la viga de un lagar. 
c) Salir corriendo.

6.- ¿Dónde se escondió Diego González?  
a) Debajo de la cama.
b) Tras la viga de un lagar.
c) Detrás de las cortinas.
  
7.- ¿Quién es "el que en buena hora nació"?
a) El Cid Campeador.
b) El infante de Carrión. 
c) Fernando González. 
  
8.- ¿Qué hizo el león al ver al Cid?  
a) Levantó la cabeza para verlo.
b) Bajó la cabeza y humilló su faz.  
c) Emitió un rugido. 
  
9.- ¿Qué hizo el Cid con el león?  
a) Lo soltó en el campo.
b) Lo llevó a un circo.
c) Lo llevó a la jaula.
   
10.- Los infantes de Carrión se sintieron:  
a) Orgullosos.
b) Avergonzados.   
c) Contentos.
  

Más liviano que el aire (reseña de la obra de teatro)


lanacion.com
Jueves 05 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
Teatro / Drama / BUENA
Más liviano que el aire
Betiana Blum desarrolla una labor minuciosa para componer a una anciana.

    
AUTOR: FEDERICO JEANMAIRE DIRECCION Y ADAPTACION: GABRIELA IZCOVICH / INTERPRETES: BETIANA BLUM, JUAN BARBERINI / ESCENOGRAFIA: ALICIA LELOUTRE/ LUCES: ELI SIRLIN / VESTUARIO: GABRIEL LAGE Y LORENA DIAZ / MUSICA ORIGINAL: LUCAS FRIDMAN / ASISTENTE DE DIRECCION: MELANIA BARREIROS / SALA: TEATRO REGINA / DURACION: 60 MINUTOS
Un joven ingresa por la fuerza a robar en un edificio e intenta tomar de rehén a una anciana. La obliga a llevarlo a su departamento. La mujer, sumamente astuta, termina encerrándolo en uno de los baños de la casa.
De allí en más comenzará a darse entre ellos una relación muy especial. La furia del muchacho encerrado, que busca miles de excusas para poder escapar, no hará mella en la conducta de esa mujer que aprovecha la situación para modificar algo de su monótona vida, obligará al delincuente a escuchar algunas de sus historias familiares, mientras va mostrando aspectos del armado de una cotidianeidad. Mientras pasan los días, algo de ambos se modifica.
La novela de Federico Jeanmaire, Premio Clarín en 2009, es el punto de partida de esta experiencia. Una muy ajustada adaptación de Gabriela Izcovich posibilita que la protagonista adquiera una carnalidad muy delicada; tornándola una anciana que, aún con sus años, atraviesa estadios en donde deja ver no sólo su inteligencia y su sagacidad, sino también cierta ternura cuando recuerda hechos de su familia o cuando, por momentos, intenta adoctrinar al joven al que mantiene encerrado sobre las posibilidades de llevar una vida diferente, alejada de la violencia y el delito.
En un marco escenográfico atractivo que concibió Alicia Leloutre y que pinta muy bien el ámbito de vida de una mujer mayor, Betiana Blum desarrolla una labor minuciosa a la hora de componer a ese ser para quien la soledad es una moneda corriente, que está llena de tics propios de la edad y que se sostiene siguiendo una rutina tan armada, que es la que ahora se ve trastocada con la irrupción de ese joven malhechor.
DESPROTEGIDA                                     
Hay dos cuestiones que debilitan algo el trabajo de la intérprete. Por un lado, ella no termina de incorporar por completo a ese muchacho que mantiene bajo encierro, y esto hace que en algunos pasajes se la note realizando una tarea muy en soledad y queda un tanto desprotegida en escena. Por otro, no siempre los parlamentos del joven llegan con claridad a la platea, con lo cual algo de lo que él aporta en la construcción de la relación se desdibuja.
Aun así, el espectáculo es muy efectivo. Betiana Blum le impone mucha ternura a esa mujer quien, a poco de comenzado del espectáculo, ya se ha convertido en un ser muy entrañable para los espectadores.
Carlos Pacheco

Géneros discursivos, tipos textuales y secuencias


Géneros discursivos y tipos textuales

Toda actividad humana (literaria, científica, periodística, cotidiana, administrativa, etc.) necesita transmitir sus mensajes y organizarlos de una manera relativamente estable. Surgen así los distintos géneros discursivos.
Pertenece a un mismo género los enunciados que comparten estas características:

 El tema (de qué habla)

 La estructura (cómo está organizado)

 El estilo (qué recursos lingüísticos utiliza)

 La función (para qué y para quién se habla)


Poder reconocer el género es fundamental para la interpretación y producción


Los géneros discursivos son tipos relativamente estables de enunciados que comparten características temáticas, estilísticas y estructurales. Los géneros discursivos se relacionan con los diversos contextos sociales en los cuales las personas utilizan la lengua.
Existen dos clases de géneros discursivos: primarios y secundarios. Los primarios están relacionados con la oralidad, surgen y se desarrollan en ámbitos comunicativos informales, por ejemplo, los diálogos familiares o cotidianos. En cambio, los secundarios se originan en condiciones comunicativas y culturales más complejas y organizadas. En ese sentido están más relacionados con el código escrito.


Géneros discursivos
Tipos de texto
Intencionalidad
Cuento - Novela - Teatro - Poema - Fábula -
Leyenda
 - Mito - Guión televisivo
Estética
Noticia -Editorial - Crónica -
Carta de lectores - Aviso Clasificado – Reseña crítica
Informativa
Definición - Nota de enciclopedia
Informe de experimento - Monografía -
Relato histórico
Informativa
Historieta - Chiste - Graffitti
Estética/Apelativa
Consigna - Ley - Instructivo - Receta-
Reglamento -Prospecto
Apelativa/Informativa
Publicitario
Publicidad - Propaganda - Folleto -
Afiche
Apelativa
Carta - Esquela - Solicitud - Telegrama -
Postal - Tarjeta
Informativa/Expresiva/
Apelativa
Instrumental
Organigrama - Diagrama - Documento
Comercial
Informativa


TIPOS DE TRAMA O SECUENCIAS TEXTUALES


Narrativa: plantea una situación inicial, una complicación y una resolución.

Descriptiva: representa por medio del lenguaje objetos, personas o espacios.
Caracteriza.

Argumentativa: demuestra mediante un razonamiento un determinado punto de vista u opinión.

Explicativa: aporta un conocimiento nuevo a través del desarrollo del problema.

Conversacional o dialogal: muestra la interacción verbal entre dos o más hablantes.

domingo, 28 de octubre de 2012

"La muerta", de Guy de Maupassant


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"Trasfondo", de Patricia Ratto




12 de Marzo de 2012 | Página 12 - RADAR libros
Crítica de TRASFONDO de Patricia Ratto
La guerra y la espera

 
¿Qué nuevos libros pueden sumarse sobre la guerra de Malvinas, a treinta años del acontecimiento? Mediante un relato plasmado en el ambiente asfixiante de un submarino con soldados que esperan entrar en combate, Trasfondo toma la perspectiva de revisar no sólo los hechos, sino también los mecanismos de los relatos bélicos.
Por Sebastián Basualdo
Cuando se piensa en la literatura con relación a la guerra de las Malvinas, hay dos novelas que se imponen con todo el peso que tiene lo fundacional: Los Pichiciegos, de Fogwill, y Las islas, de Carlos Gamerro. Son tan importantes estas obras que siguen suscitando múltiples lecturas, promueven simposios y textos críticos que analizan la problemática del concepto de lo heroico, por ejemplo, o acaso el modo en que se plantea el relato que aborda o anula lo épico para, rápidamente, alcanzar niveles simbólicos destinados a comprender una guerra en el marco de una dictadura cívico-militar. Luego vendrá un cambio de época, y sobre la base del neoliberalismo otro modo de pensar la guerra y la mirada social frente a los combatientes, entre muchas otras cosas. Pero hay algo que resulta imposible soslayar si se piensa en la literatura como una tradición que no busca imponer una aparente originalidad con la ilusión de negar lo anterior; tanto Los Pichiciegos como Las islas permiten lo que hace toda gran literatura: continuar pensando y por lo tanto seguir escribiendo sobre la guerra de Malvinas. Arraigada en lo más profundo de esta tradición literaria, Patricia Ratto escribió Trasfondo, su tercera novela, donde retoma esta problemática desde una perspectiva muy interesante: un grupo de soldados embarca rumbo a las islas a bordo de un antiguo submarino de origen alemán que la Marina argentina adquirió después de la Segunda Guerra Mundial y bautizó con el nombre de San Luis.
Si bien las dotes narrativas de Patricia Ratto ya se habían asentado a partir de su segunda novela, Nudos, donde por otra parte también se hace presente la guerra en una historia que gira alrededor de un ex combatiente, en Trasfondo asume un riesgo mucho más grande y resuelve de manera impecable la dificultad que entraña lograr que la prosa se adecue al ritmo vertiginoso, al clima poco menos que asfixiante, que se respira en toda la novela, acumulando pequeños sucesos que, en su totalidad, dan una imagen profunda de lo que significó para esos jóvenes ser alistados para una guerra que ya estaba perdida mucho antes de que partiera la primera flota rumbo al Atlántico sur. Y es justamente ahí, en ese trabajo minucioso del lenguaje, que por momentos recuerda a Thomas Bernhard, donde la autora de Pequeños hombres blancos logra que el relato de lo bélico emerja, poniendo en primer plano algo que es muy difícil de narrar: la adversidad no sólo es una amenaza puesta en el enemigo sino también, y por sobre todo, está presente en el seno mismo de las Fuerzas Armadas debido a sus múltiples falencias técnicas y armamentísticas. “Por fin hay mensaje de la Fuerza de Submarinos, pero nadie se queda tranquilo. Destacarse en área de Malvinas, así que en un rato más, cerca de la medianoche, iniciaremos tránsito hacia las islas. Eso significa que tenemos que atravesar la zona de exclusión que impusieron los ingleses. Más de uno se acuesta vestido, hay que estar listos por si llaman a puesto de combate. Desde este momento se restringe al máximo el uso de agua y de la electricidad.”
Narrada desde la perspectiva de un soldado con funciones de maquinista en el submarino, Trasfondo se convierte, más que un testimonio renovado y directo de los acontecimientos que confluyeron durante los meses de conflicto, en una suerte de mirada crítica y profunda que, sin caer jamás en lugares comunes, permite comprender hasta qué punto los conscriptos estaban atravesados genuinamente por el sentido del deber, sentimiento que resultó ser una mezcla de patriotismo y profunda convicción de que morir por una causa semejante era algo que no dejaba lugar a ningún tipo de dudas, más allá del miedo. Y en esto quizás estriba una de las mayores virtudes de una novela donde lo bélico se resuelve en varios planos, con soldados que frente al advenimiento de lo trágico, aislados prácticamente de toda información que no sean los esporádicos reportes informativos de Radio Colonia, sumidos en una espera agobiante, fueron no sólo a una guerra sino también a un relato de ella tristemente librado a la imaginación de cada uno de los tripulantes del submarino. Por sus variables de lectura y tratamiento estilístico, Trasfondo bien merecerá ocupar un lugar preponderante a la hora de citar nuestra narrativa sobre la guerra de las Malvinas.

Obra de teatro: El juicio a los alimentos


EL JUICIO DE LOS ALIMENTOS

PERSONAJES (EN ORDEN DE APARICIÓN)
-La maestra
-El médico de la escuela, quien también es el juez
-El yogurt.
-La/las golosinas
-Las frutas
-El pancho
- La leche
-La papa frita en bolsa
-las gaseosas
-las tortitas
-El sándwich
-El cepillo de los dientes

PRIMER ACTO
La maestra (paseándose nerviosa, de un lado a otro, con las manos por detrás): ¡Ay, ay, ay!  Este asunto de las bajas notas en las pruebas me está matando. (Mirando con  sorpresa al público) ¡Ay! Con toda esta preocupación, no los había visto a ustedes, niños. ¿Cómo están? ¿Cómo dijeron? No escucho… Me alegra que estén bien. Lo que es yo, acá, con un terrible problema: es que los niños de mi clase no están muy saludables, y eso se debe a que en los recreos no comen lo que les hace bien.  ¿A quién le podré pedir un sabio consejo? ¡Ah, cómo no se me ocurrió antes! ¡Yupi!  ¡Voy a llamar al médico de la escuela! ¡Que venga el médico de la escuela!
(Trompetas)
Chicos, ayúdenme: ¡que se presente el médico de la escuela!
Médico: ¡Ufff!… Ufff! Disculpe la demora, señorita. ¡Aquí estoy!
Maestra: ¡Ya era hora! ¿Sabe qué problema terrible tengo? Los niños de mi clase se están poniendo debiluchos porque no saben qué comer en la escuela a la hora de los recreos ¡Ay, ay, ay! ¡Qué terrible!
Médico: Pero señorita, la solución es muy simple, hay que llevar a un juicio a todos los alimentos, con toda la fuerza de la ley; y los que resulten inocentes se pueden quedar en el recreo…
Maestra: ¡Ay, qué medico más inteligente tiene esta escuela! Desde ahora, será el Juez de los alimentos. ¡Anuncien que se preparen los alimentos para el juicio!
Chicos,  ayúdenme: ¡Que se preparen los alimentos para el juicio!
Telón y música de fondo
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SEGUNDO ACTO
(Se escucha una breve cortina musical y el telón se abre lentamente. Aparecen los alimentos, moviéndose inquietos y murmurando con gran bullicio).
Juez: ¡Silencio en nombre de la ley y la salud! Se les ha llamado a este juicio para saber si merecen o no estar en los recreos, porque se ha sabido por ahí que algunos de ustedes están enfermando a los niños de la escuela.
(Los alimentos se inquietan. Murmuran asustados y ofendidos)
Juez: Pero, por lo visto, no puedo hablar con todos a la vez. ¡Qué gritones son los alimentos de esta escuela! (Mirando al auditorio) ¿Cierto niños? Bueno, bueno, con la autoridad que me da la ley y la salud, claro, por algo soy médico, voy a empezar a escuchar la defensa de cada uno de ustedes por separado. ¡Que empiece el yogurt! 
(El yogurt camina mientras se escucha una música de introducción)
Yogurt: Este… Bueno  señor Juez,  yo soy inocente. Fíjese que yo sería incapaz de hacerles mal a los niños, porque con las proteínas que les doy los hago crecer grandes y bonitos, y con el calcio que tengo, les pongo los huesos firmes, y los dientes igual…
Juez: ¿Qué dicen ustedes niños, será bueno este yogurt? (Los niños responden: Sí……) ¡Te salvaste! ¡Que pasen las golosinas! Caramelo
(La golosina aparece, mientras se escucha una música de introducción)
Caramelo:  ¡Hola loco, que hacel.. ga? 
Juez: ¡Más respeto con la ley, caballero!
Caramelo: ¡Eh, qué mala onda, loco, no ves que yo soy un dulcecito! ¿Ah? Yo tengo cristales de azúcar, que se les quedan pegados en los dientes a los chicos; y después les salen unas caries terribles y les duelen las muelas… ¡Oh, pero igual nomás, soy terrible dulcecito! ¿No es cierto? 
Juez: ¿De dónde salió este alimento tan ordinario? ¿Qué piensan ustedes, niños? ¿Lo dejamos en el recreo, aunque después a ustedes les salgan caries y les duelan las muelas? (Los niños responden: No……)  ¡Vete de aquí! ¡Que pasen las frutas! 
(Las frutas aparecen, mientras se escucha una música de introducción)
Naranja: ¡Buenos días, señor juez! Soy la naranja y estos son mis amigas, la manzana y la banana.
Juez: ¡Buenos días, buenos días! Ya empiecen la defensa…
Manzana: Nosotras, las frutas, estamos entre las mejores amigas de los niños. Los hacemos crecer sanitos, porque les damos vitaminas y sales minerales. Sin estas sustancias nutritivas los niños se ponen débiles y se enferman.
Banana: Hoy vinimos las tres en representación de las frutas, pero usted no se imagina cuántos tipos diferentes somos. Los niños nunca se van a aburrir con nosotras, porque si ellos quieren pueden llevar una fruta diferente todos los días ¡Y todas somos igual de ricas y nutritivas, señor Juez.
Juez: ¿Qué dicen ustedes, niños? ¿Las dejamos en el recreo? (Los niños responden: Sí……)  ¡Muy bien! en nombre de la Justicia, les doy las gracias por ser tan ricas y nutritivas. ¡Que pase el siguiente!
(El pancho aparece con una música de introducción)
Pancho: Disculpe señor Juez, vengo chorreando mayonesa y le ensucié todo el piso de la sala de audiencias….
Juez: Perdón… ¿Quién es usted? 
Pancho: ¡Oh, cómo no me va a conocer! ¡Soy el pancho, pues! Es que a veces entre tanta mayonesa y ketchup me pierdo un poco.
Juez: ¿Y qué tiene que ver usted con la alimentación de los niños?
Pancho: Mire, no sé… Algunos dicen que soy barato y fácil de preparar. Otros peleadores dicen que tengo mucha grasa en la mayonesa y en la salchicha y que lo único que hago es hacer engordar a los niños; bueno, eso es cierto, señor Juez (se ríe a carcajadas) ¡Ja, ja, ja! Si usted los viera, señor Juez ¡Los que después de comerme todos los días, parecen unas bolitas con patas! Tienen la panza así de grande… (gesto), ja, ja, ja y quedan con hambre igual ja,ja, ja ¡Cof, Cof! (tose) ¡Ay, no es bueno reírse tanto!… ¡ Uy, se está cayendo el kétchup!
Juez: ¿Dejamos a este pancho burlón, si lo único que hace es engordar? Entonces ¡No al pancho en los recreos! ¡Que pase la leche! 
Leche:¡Que tenga buena salud y larga vida señor Juez! Si usted tuviera la costumbre de tomar leche todos los días, seguro que viviría muchos años, de verdad. Yo les doy a todos la cantidad justa de proteínas, calcio, vitaminas, grasa y agua, todo lo que necesitan para vivir felices y saludables. Y a los niños yo les encanto ¿Cierto, niños?
Juez: No se preocupe, señorita leche en cajita con bombilla. Yo sabía que usted es una persona muy buena con los niños. Está en primer lugar para compartir el recreo con los niños… Gracias por venir. ¿Le damos un aplauso a la leche, chicos? ¡Que pase la papa frita en bolsa! 
(La papa frita aparece con la música de introducción y se resbala al entrar)
Papa frita: ¡Ay, me voy hacer puré de papas! ¡Uy! 
Juez: ¿Qué pasó?
Papa frita: (hablando ininterrumpidamente): Disculpe, señor Juez, siempre me resbalo, porque en la fábrica me echan mucho aceite y como camino rápido no alcanzo a frenar. Tampoco puedo evitar que los que me comen queden llenos, llenos, tooooodos pegoteados de aceite. Les he dicho tanto a los fabricantes que mucho aceite no es bueno… pero ahí tiene usted. Es para que engorden y engorden los niños… Les aseguro que si vivieran comiéndome estarían más gordos que un globo, haga la prueba nomás…
Juez: Y usted, ¿no hace alguna vez una pausa para tomar aire mientras habla? Lo pregunto por curiosidad…
Papa frita: Bueno. Nunca lo había pensado… Mire ¡ya me quitó la inspiración! Y justo cuando le iba a contar que con algunas sustancias químicas preservantes que me agregan, a la pobre gente se les echa a perder el estómago a la larga y…
Juez: ¡Suficiente, suficiente! Creo que usted no es un buen alimento para los niños y no la voy a recomendar para los recreos, ¿Verdad, niños? Bueno, ahora que pasen las gaseosas!
Gaseosa: ¡Hip, hip, hip! Hola, señor Juez ¡hip, hip, hip! Disculpe…
Juez: Pero, ¿qué le pasa? ¿Por qué tiene tanto hipo? 
Gaseosa: Es que hip, hip, hip, creo que tengo mucho gas y…
Juez: Mmmm… mucho gas y… ¿qué más tiene usted?
Gaseosa: Bueno, tengo azúcar, conservantes y una terrible pelea con otro de por ahí…
Juez: ¿Con quién? A mí las peleas no me gustan…
Gaseosas: Bueno, lo que pasa es que el calcio empieza primero y yo cuando lo encuentro me lo como jajajajajajajaja 
Juez: ¡No!! Pero, ¿cómo es posible que teniendo tantas cosas que hacen mal a los niños usted esté acá? ¡No, no, no! ¿Ya se me larga de acá! ¡Que pasen las tortitas!
(Aparecen las tortitas mientras se siente una música de introducción)
Tortitas: Buen día, señor Juez ¿Cómo le va? Bueno, bueno, venimos a que nos pregunte todo, todo, que vamos a responder… Empiece…
Juez: Bueno, en primer lugar, qué lindo bronceado que tienen…
Tortitas: Sí, es porque en  la panadería nos pintan con azúcar algunas veces y bueno, nos quedan estos colorcitos, además somos bien gorditas por la grasa con que nos fabrican. Algunas veces también nos agregan alguna otra sustancia y bueno,  todo eso hace que nuestro sabor sea realmente espectacular!
Juez: Sí, eso lo sé, pero… ¿Les parece que con la grasa que tienen es posible no hacer mal si los niños la comen todo el tiempo en los recreos? ¡Díganme su verdad!
Tortitas: Bueno…. Mmmm… la verdad que si no es recomendable comernos tanto… bueno, díganos señor Juez qué hacemos…
Juez: Bueno, la verdad es que no  van a estar en la merienda de los recreos.  Mejor no… Así que… Bueno… Chau, chicas!!! ¡Que pase el que sigue ahora o que se quede afuera para siempre!! (El sándwich aparece con una música de introducción) 
Sándwich: Buen día, señor Juez, yo soy el sándwich, primo del pancho, pero mucho más saludable que él. Mire, estoy hecho con pan de salvado y adentro tengo queso y tomate, y si usted me pone una hojita de lechuga… ¡Oh, el sabor es realmente exquisito, mi valor nutricional aumenta mucho más! Soy el amigo ideal para reponer energías en los recreos. De una forma sana y deliciosa, mejor no hablo más porque no vaya a ser que se le ocurra comerme jajajaja (se ríe) Es una broma, señor Juez.
Juez: Y a este energético amigo, ¿lo dejamos pasar, niños? Bueno, retírate sándwich  y prepárate para encontrarte con los niños en el recreo. (Retirándose a un lado) ¡Oh, estoy tan cansado! Éste sí que ha sido un día agotador….
(Se sienten pasos, alguien entra corriendo casi sin aliento)
Cepillo dental: ¡Espere, espere, espere, señor Juez, yo también quiero hablar!
Juez: Hola, señor cepillo me había olvidado que usted también estaba…   
Cepillo dental: ¿Cómo no se va a acordar de mí, señor juez?… Le cuento que realmente soy muy importante, tanto,  que si usted me da permiso, voy a preguntarle  a los niños… (el Juez le dice que siga) Bueno, a ver chicos, ¿cuándo deben  lavarse los dientes? (Interacción con los niños del auditorio) Bueno, es mejor que sea cada vez que comemos algo… Sino tres veces en el día está bien, pero si estamos en la escuela y no traemos los cepillos ni la pasta, sólo tenemos que agarrar un vasito con agua y enjuagarnos la boca.  Son muy importante nuestros dientes por eso siempre tenemos que recordar limpiarlos… ¡Muchas Gracias!!!!  ¡Hasta la próxima!...
Juez: Ahora sí, ¡misión cumplida!! Voy a llamar a la maestra para contarle todo lo que hicimos hoy. ¿Me ayudan, niños? ¡Señorita!! ¡Señorita!! 
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TERCER ACTO
(Se escucha una breve cortina musical y el telón se abre lentamente. Aparece la maestra y el médico)
Maestra: ¿Qué tiene que informar a la maestra de la escuela el médico?
Medico: Bueno, señorita, éste ha sido un día muy agotador de verdad, pero vengo con la solución a su problema. Hice venir a mí a todos los alimentos de la escuela y llegué  a la conclusión que los únicos que sirven para la merienda de los recreos son: Eeeh…  Eran varios… escúcheme con atención (se aleja y habla para sí mismo) ¡Qué horror! ¡Se me olvidó cuáles eran los alimentos buenos! (mirando al auditorio) ¡Ayúdenme, niños, por favor! (dirigiéndose a la maestra y luego a los niños del auditorio). Uno es el yo…yo…yo… ¡Ah sí, el yogurt! (mirando a los niños) ¡Gracias niños! (mirando a la maestra) También había otro que venía con bombilla ¿era el mate? No, no, era… eh… (Escuchando las voces de los niños del auditorio) la leche claro, y también habían unas redonditas, de muchos colores, que tenían vitaminas y eran todas ricas, las, las…. (Escuchando las voces del auditorio) ah, sí las frutas y también había uno bien simpático y bien rico, que hasta le podías poner una hojita de lechuga, era… ah, sí el sándwich! ¡No sabe lo nutritivos que son… Pero ¿sabe? Yo no recomendaría para nada que los niños comieran a la hora de los recreos cosas que los hacen engordar como uno que se chorreaba todo… ¿Cómo se llamaba? (mirando al auditorio) ¡Pancho! Yo creo que se llama pancho porque mientras los niños lo comen se queda lo más pancho jajaja es un chiste también había otra que engorda y no alimenta nada, y encima echa a perder el estómago, era…. La…la… (Mirando a los niños) Este… ¡La papa frita en bolsa! Yo sugeriría que las papas fueran expulsadas de esta escuela cuanto antes. Finalmente, señorita, me acuerdo de un alimento re gordote que tenía pura azúcar y como no todos los niños se lavan los dientes en la escuela, entonces se les empiezan a salir caries terribles. Este dulcecito se llama caramelo y es bueno para hacer caries en los dientes y muelas de los niños que no se lavan tan seguido los dientes y me olvidaba había una que vino con un hipo!!! Uy!! Ni le cuento, es la famosa gaseosa que aparte de tener tanto gas tiene mucha azúcar y además, pelea con el calcio y dice que ella se lo come… Yo, la verdad que la expulsaría también pero me queda un alimento más… ¿cómo era? Estaban bronceadas… Mmm ah,  ya sé las tortitas las sacamos porque tienen mucha grasa, pero de repente señorita entró el cepillo dental que no es un alimento pero es muuuuuuuuuuuuuuuy importante para los niños, a ése también lo dejamos en los recreos para los niños. Bueno, gracias chicos,  creo que ya terminé de nombrar a todos….
Maestra: Hiciste un buen trabajo, querido médico de la escuela. Ahora en tu honor, haremos una fiesta. ¡Que empiece la música! 
(Trompetas. Luego, una música alegre que sirva para ir cerrando el telón, mientras todos bailan al ritmo de la música)
Fin