La hermanita perdida
de Atahualpa Yupanqui y Ariel Ramírez
De la mañana a la noche,
de la noche a la mañana,
en grandes olas azules
y encajes de espuma blanca,
te va llegando el saludo
permanente de la Patria.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Amarillentos papeles
te pintan con otra laya.
Pero son veinte millones
que te llamamos: hermana...
Sobre las aguas australes
planean gaviotas blancas.
Dura piedra enternecida
por la sagrada esperanza.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Malvinas, tierra cautiva,
de un rubio tiempo pirata.
Patagonia te suspira.
Toda la Pampa te llama.
Seguirán las mil banderas
del mar, azules y blancas,
pero queremos ver una
sobre tus piedras, clavada.
Para llenarte de criollos.
Para curtirte la cara
hasta que logres el gesto
tradicional de la Patria.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.