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domingo, 28 de octubre de 2012
"Trasfondo", de Patricia Ratto
12 de Marzo de 2012 | Página 12
- RADAR libros
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Crítica de TRASFONDO de
Patricia Ratto
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La guerra y la espera
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¿Qué nuevos libros pueden
sumarse sobre la guerra de Malvinas, a treinta años del acontecimiento?
Mediante un relato plasmado en el ambiente asfixiante de un submarino con
soldados que esperan entrar en combate, Trasfondo toma la perspectiva de
revisar no sólo los hechos, sino también los mecanismos de los relatos
bélicos.
Por Sebastián
Basualdo
Cuando se piensa en la literatura con relación a la guerra de las
Malvinas, hay dos novelas que se imponen con todo el peso que tiene lo
fundacional: Los Pichiciegos, de Fogwill, y Las islas, de Carlos Gamerro. Son
tan importantes estas obras que siguen suscitando múltiples lecturas,
promueven simposios y textos críticos que analizan la problemática del
concepto de lo heroico, por ejemplo, o acaso el modo en que se plantea el
relato que aborda o anula lo épico para, rápidamente, alcanzar niveles
simbólicos destinados a comprender una guerra en el marco de una dictadura
cívico-militar. Luego vendrá un cambio de época, y sobre la base del
neoliberalismo otro modo de pensar la guerra y la mirada social frente a los
combatientes, entre muchas otras cosas. Pero hay algo que resulta imposible
soslayar si se piensa en la literatura como una tradición que no busca
imponer una aparente originalidad con la ilusión de negar lo anterior; tanto
Los Pichiciegos como Las islas permiten lo que hace toda gran literatura:
continuar pensando y por lo tanto seguir escribiendo sobre la guerra de
Malvinas. Arraigada en lo más profundo de esta tradición literaria, Patricia
Ratto escribió Trasfondo, su tercera novela, donde retoma esta problemática
desde una perspectiva muy interesante: un grupo de soldados embarca rumbo a
las islas a bordo de un antiguo submarino de origen alemán que la Marina
argentina adquirió después de la Segunda Guerra Mundial y bautizó con el
nombre de San Luis.
Si bien las dotes narrativas de Patricia Ratto ya se habían asentado a
partir de su segunda novela, Nudos, donde por otra parte también se hace
presente la guerra en una historia que gira alrededor de un ex combatiente,
en Trasfondo asume un riesgo mucho más grande y resuelve de manera impecable
la dificultad que entraña lograr que la prosa se adecue al ritmo vertiginoso,
al clima poco menos que asfixiante, que se respira en toda la novela,
acumulando pequeños sucesos que, en su totalidad, dan una imagen profunda de
lo que significó para esos jóvenes ser alistados para una guerra que ya
estaba perdida mucho antes de que partiera la primera flota rumbo al
Atlántico sur. Y es justamente ahí, en ese trabajo minucioso del lenguaje,
que por momentos recuerda a Thomas Bernhard, donde la autora de Pequeños
hombres blancos logra que el relato de lo bélico emerja, poniendo en primer
plano algo que es muy difícil de narrar: la adversidad no sólo es una amenaza
puesta en el enemigo sino también, y por sobre todo, está presente en el seno
mismo de las Fuerzas Armadas debido a sus múltiples falencias técnicas y
armamentísticas. “Por fin hay mensaje de la Fuerza de Submarinos, pero nadie
se queda tranquilo. Destacarse en área de Malvinas, así que en un rato más,
cerca de la medianoche, iniciaremos tránsito hacia las islas. Eso significa
que tenemos que atravesar la zona de exclusión que impusieron los ingleses.
Más de uno se acuesta vestido, hay que estar listos por si llaman a puesto de
combate. Desde este momento se restringe al máximo el uso de agua y de la
electricidad.”
Narrada desde la perspectiva de un soldado con funciones de maquinista
en el submarino, Trasfondo se convierte, más que un testimonio renovado y
directo de los acontecimientos que confluyeron durante los meses de
conflicto, en una suerte de mirada crítica y profunda que, sin caer jamás en
lugares comunes, permite comprender hasta qué punto los conscriptos estaban
atravesados genuinamente por el sentido del deber, sentimiento que resultó
ser una mezcla de patriotismo y profunda convicción de que morir por una
causa semejante era algo que no dejaba lugar a ningún tipo de dudas, más allá
del miedo. Y en esto quizás estriba una de las mayores virtudes de una novela
donde lo bélico se resuelve en varios planos, con soldados que frente al
advenimiento de lo trágico, aislados prácticamente de toda información que no
sean los esporádicos reportes informativos de Radio Colonia, sumidos en una
espera agobiante, fueron no sólo a una guerra sino también a un relato de
ella tristemente librado a la imaginación de cada uno de los tripulantes del
submarino. Por sus variables de lectura y tratamiento estilístico, Trasfondo
bien merecerá ocupar un lugar preponderante a la hora de citar nuestra
narrativa sobre la guerra de las Malvinas.
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Obra de teatro: El juicio a los alimentos
EL
JUICIO DE LOS ALIMENTOS
PERSONAJES (EN ORDEN DE
APARICIÓN)
-La maestra
-El médico de la
escuela, quien también es el juez
-El yogurt.
-La/las golosinas
-Las frutas
-El pancho
- La leche
-La papa frita en bolsa
-las gaseosas
-las tortitas
-El sándwich
-El cepillo de los
dientes
PRIMER
ACTO
La maestra (paseándose
nerviosa, de un lado a otro, con las manos por detrás): ¡Ay, ay, ay! Este asunto de las
bajas notas en las pruebas me está matando. (Mirando con sorpresa al público) ¡Ay! Con toda esta preocupación, no los había visto a ustedes, niños. ¿Cómo
están? ¿Cómo dijeron? No escucho… Me alegra que estén bien. Lo que es yo, acá,
con un terrible problema: es que los niños de mi clase no están muy saludables,
y eso se debe a que en los recreos no comen lo que les hace bien. ¿A quién le podré pedir un sabio consejo? ¡Ah,
cómo no se me ocurrió antes! ¡Yupi! ¡Voy
a llamar al médico de la escuela! ¡Que venga el médico de la escuela!
(Trompetas)
Chicos,
ayúdenme: ¡que se presente el médico de la escuela!
Médico: ¡Ufff!… Ufff! Disculpe la demora, señorita.
¡Aquí estoy!
Maestra: ¡Ya era hora! ¿Sabe qué problema terrible
tengo? Los niños de mi clase se están poniendo debiluchos porque no saben qué
comer en la escuela a la hora de los recreos ¡Ay, ay, ay! ¡Qué terrible!
Médico: Pero señorita, la solución es muy simple,
hay que llevar a un juicio a todos los alimentos, con toda la fuerza de la ley;
y los que resulten inocentes se pueden quedar en el recreo…
Maestra: ¡Ay, qué medico más inteligente tiene esta
escuela! Desde ahora, será el Juez de los alimentos. ¡Anuncien que se preparen
los alimentos para el juicio!
Chicos,
ayúdenme: ¡Que se preparen los alimentos
para el juicio!
Telón y música de fondo
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SEGUNDO
ACTO
(Se escucha una breve
cortina musical y el telón se abre lentamente. Aparecen los alimentos,
moviéndose inquietos y murmurando con gran bullicio).
Juez: ¡Silencio en nombre de la ley y la salud!
Se les ha llamado a este juicio para saber si merecen o no estar en los
recreos, porque se ha sabido por ahí que algunos de ustedes están enfermando a
los niños de la escuela.
(Los alimentos se
inquietan. Murmuran asustados y ofendidos)
Juez: Pero, por lo visto, no puedo hablar con
todos a la vez. ¡Qué gritones son los alimentos de esta escuela! (Mirando al
auditorio) ¿Cierto niños? Bueno, bueno,
con la autoridad que me da la ley y la salud, claro, por algo soy médico, voy a
empezar a escuchar la defensa de cada uno de ustedes por separado. ¡Que empiece
el yogurt!
(El yogurt camina
mientras se escucha una música de introducción)
Yogurt: Este… Bueno
señor Juez, yo soy inocente.
Fíjese que yo sería incapaz de hacerles mal a los niños, porque con las
proteínas que les doy los hago crecer grandes y bonitos, y con el calcio que
tengo, les pongo los huesos firmes, y los dientes igual…
Juez: ¿Qué dicen ustedes niños, será bueno este
yogurt? (Los niños responden: Sí……) ¡Te
salvaste! ¡Que pasen las golosinas! Caramelo
(La golosina aparece,
mientras se escucha una música de introducción)
Caramelo: ¡Hola
loco, que hacel.. ga?
Juez: ¡Más respeto con la ley, caballero!
Caramelo: ¡Eh, qué mala onda, loco, no ves que yo soy
un dulcecito! ¿Ah? Yo tengo cristales de azúcar, que se les quedan pegados en
los dientes a los chicos; y después les salen unas caries terribles y les
duelen las muelas… ¡Oh, pero igual nomás, soy terrible dulcecito! ¿No es
cierto?
Juez: ¿De dónde salió este alimento tan
ordinario? ¿Qué piensan ustedes, niños? ¿Lo dejamos en el recreo, aunque
después a ustedes les salgan caries y les duelan las muelas? (Los niños
responden: No……) ¡Vete de aquí! ¡Que pasen las frutas!
(Las frutas aparecen,
mientras se escucha una música de introducción)
Naranja: ¡Buenos días, señor juez! Soy la naranja y
estos son mis amigas, la manzana y la banana.
Juez: ¡Buenos días, buenos días! Ya empiecen la
defensa…
Manzana: Nosotras, las frutas, estamos entre las
mejores amigas de los niños. Los hacemos crecer sanitos, porque les damos
vitaminas y sales minerales. Sin estas sustancias nutritivas los niños se ponen
débiles y se enferman.
Banana: Hoy vinimos las tres en representación de
las frutas, pero usted no se imagina cuántos tipos diferentes somos. Los niños
nunca se van a aburrir con nosotras, porque si ellos quieren pueden llevar una
fruta diferente todos los días ¡Y todas somos igual de ricas y nutritivas,
señor Juez.
Juez: ¿Qué dicen ustedes, niños? ¿Las dejamos en
el recreo? (Los niños responden: Sí……) ¡Muy bien! en nombre de la Justicia, les doy
las gracias por ser tan ricas y nutritivas. ¡Que pase el siguiente!
(El pancho aparece con
una música de introducción)
Pancho: Disculpe señor Juez, vengo chorreando mayonesa
y le ensucié todo el piso de la sala de audiencias….
Juez: Perdón… ¿Quién es usted?
Pancho: ¡Oh, cómo no me va a conocer! ¡Soy el
pancho, pues! Es que a veces entre tanta mayonesa y ketchup me pierdo un poco.
Juez: ¿Y qué tiene que ver usted con la
alimentación de los niños?
Pancho: Mire, no sé… Algunos dicen que soy barato y
fácil de preparar. Otros peleadores dicen que tengo mucha grasa en la mayonesa
y en la salchicha y que lo único que hago es hacer engordar a los niños; bueno,
eso es cierto, señor Juez (se ríe a carcajadas) ¡Ja, ja, ja! Si usted los viera, señor Juez ¡Los que después de comerme
todos los días, parecen unas bolitas con patas! Tienen la panza así de grande…
(gesto), ja, ja, ja y quedan con
hambre igual ja,ja, ja ¡Cof, Cof! (tose) ¡Ay, no es bueno reírse tanto!… ¡ Uy, se está cayendo el kétchup!
Juez: ¿Dejamos a este pancho burlón, si lo único
que hace es engordar? Entonces ¡No al pancho en los recreos! ¡Que pase la
leche!
Leche:¡Que tenga buena salud y larga vida señor Juez!
Si usted tuviera la costumbre de tomar leche todos los días, seguro que viviría
muchos años, de verdad. Yo les doy a todos la cantidad justa de proteínas, calcio,
vitaminas, grasa y agua, todo lo que necesitan para vivir felices y saludables.
Y a los niños yo les encanto ¿Cierto, niños?
Juez: No se preocupe, señorita leche en cajita
con bombilla. Yo sabía que usted es una persona muy buena con los niños. Está
en primer lugar para compartir el recreo con los niños… Gracias por venir. ¿Le damos
un aplauso a la leche, chicos? ¡Que pase la papa frita en bolsa!
(La papa frita aparece
con la música de introducción y se resbala al entrar)
Papa frita: ¡Ay, me voy hacer puré de papas! ¡Uy!
Juez: ¿Qué pasó?
Papa frita: (hablando
ininterrumpidamente): Disculpe, señor Juez,
siempre me resbalo, porque en la fábrica me echan mucho aceite y como camino
rápido no alcanzo a frenar. Tampoco puedo evitar que los que me comen queden
llenos, llenos, tooooodos pegoteados de aceite. Les he dicho tanto a los
fabricantes que mucho aceite no es bueno… pero ahí tiene usted. Es para que
engorden y engorden los niños… Les aseguro que si vivieran comiéndome estarían
más gordos que un globo, haga la prueba nomás…
Juez: Y usted, ¿no hace alguna vez una pausa para
tomar aire mientras habla? Lo pregunto por curiosidad…
Papa frita: Bueno. Nunca lo había pensado… Mire ¡ya me
quitó la inspiración! Y justo cuando le iba a contar que con algunas sustancias
químicas preservantes que me agregan, a la pobre gente se les echa a perder el
estómago a la larga y…
Juez: ¡Suficiente, suficiente! Creo que usted no
es un buen alimento para los niños y no la voy a recomendar para los recreos,
¿Verdad, niños? Bueno, ahora que pasen las gaseosas!
Gaseosa: ¡Hip, hip, hip! Hola, señor Juez ¡hip, hip,
hip! Disculpe…
Juez: Pero, ¿qué le pasa? ¿Por qué tiene tanto
hipo?
Gaseosa: Es que hip, hip, hip, creo que tengo mucho
gas y…
Juez: Mmmm… mucho gas y… ¿qué más tiene usted?
Gaseosa: Bueno, tengo azúcar, conservantes y una
terrible pelea con otro de por ahí…
Juez: ¿Con quién? A mí las peleas no me gustan…
Gaseosas: Bueno, lo que pasa es que el calcio empieza
primero y yo cuando lo encuentro me lo como jajajajajajajaja
Juez: ¡No!! Pero, ¿cómo es posible que teniendo
tantas cosas que hacen mal a los niños usted esté acá? ¡No, no, no! ¿Ya se me
larga de acá! ¡Que pasen las tortitas!
(Aparecen las tortitas
mientras se siente una música de introducción)
Tortitas: Buen día, señor Juez ¿Cómo le va? Bueno,
bueno, venimos a que nos pregunte todo, todo, que vamos a responder… Empiece…
Juez: Bueno, en primer lugar, qué lindo bronceado
que tienen…
Tortitas: Sí, es porque en la panadería nos pintan con azúcar algunas
veces y bueno, nos quedan estos colorcitos, además somos bien gorditas por la
grasa con que nos fabrican. Algunas veces también nos agregan alguna otra
sustancia y bueno, todo eso hace que
nuestro sabor sea realmente espectacular!
Juez: Sí, eso lo sé, pero… ¿Les parece que con la
grasa que tienen es posible no hacer mal si los niños la comen todo el tiempo
en los recreos? ¡Díganme su verdad!
Tortitas: Bueno…. Mmmm… la verdad que si no es
recomendable comernos tanto… bueno, díganos señor Juez qué hacemos…
Juez: Bueno, la verdad es que no van a estar en la merienda de los recreos. Mejor no… Así que… Bueno… Chau, chicas!!! ¡Que
pase el que sigue ahora o que se quede afuera para siempre!! (El sándwich
aparece con una música de introducción)
Sándwich: Buen día, señor Juez, yo soy el sándwich,
primo del pancho, pero mucho más saludable que él. Mire, estoy hecho con pan de
salvado y adentro tengo queso y tomate, y si usted me pone una hojita de
lechuga… ¡Oh, el sabor es realmente exquisito, mi valor nutricional aumenta
mucho más! Soy el amigo ideal para reponer energías en los recreos. De una
forma sana y deliciosa, mejor no hablo más porque no vaya a ser que se le
ocurra comerme jajajaja (se ríe) Es
una broma, señor Juez.
Juez: Y a este energético amigo, ¿lo dejamos
pasar, niños? Bueno, retírate sándwich y
prepárate para encontrarte con los niños en el recreo. (Retirándose a un
lado) ¡Oh, estoy tan cansado! Éste sí
que ha sido un día agotador….
(Se sienten pasos,
alguien entra corriendo casi sin aliento)
Cepillo dental: ¡Espere, espere, espere, señor Juez, yo
también quiero hablar!
Juez: Hola, señor cepillo me había olvidado que
usted también estaba…
Cepillo dental: ¿Cómo no se va a acordar de mí, señor
juez?… Le cuento que realmente soy muy importante, tanto, que si usted me da permiso, voy a
preguntarle a los niños… (el Juez le
dice que siga) Bueno, a ver chicos, ¿cuándo
deben lavarse los dientes?
(Interacción con los niños del auditorio) Bueno,
es mejor que sea cada vez que comemos algo… Sino tres veces en el día está
bien, pero si estamos en la escuela y no traemos los cepillos ni la pasta, sólo
tenemos que agarrar un vasito con agua y enjuagarnos la boca. Son muy importante nuestros dientes por eso
siempre tenemos que recordar limpiarlos… ¡Muchas Gracias!!!! ¡Hasta la próxima!...
Juez: Ahora sí, ¡misión cumplida!! Voy a llamar a
la maestra para contarle todo lo que hicimos hoy. ¿Me ayudan, niños? ¡Señorita!!
¡Señorita!!
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TERCER
ACTO
(Se escucha una breve
cortina musical y el telón se abre lentamente. Aparece la maestra y el médico)
Maestra: ¿Qué tiene que informar a la maestra de la
escuela el médico?
Medico: Bueno, señorita, éste ha sido un día muy
agotador de verdad, pero vengo con la solución a su problema. Hice venir a mí a
todos los alimentos de la escuela y llegué
a la conclusión que los únicos que sirven para la merienda de los
recreos son: Eeeh… Eran varios… escúcheme
con atención (se aleja y habla para sí mismo) ¡Qué horror! ¡Se me olvidó cuáles eran los alimentos buenos!
(mirando al auditorio) ¡Ayúdenme, niños,
por favor! (dirigiéndose a la maestra y luego a los niños del auditorio). Uno es el yo…yo…yo… ¡Ah sí, el yogurt!
(mirando a los niños) ¡Gracias niños!
(mirando a la maestra) También había otro
que venía con bombilla ¿era el mate? No, no, era… eh… (Escuchando las voces
de los niños del auditorio) la leche
claro, y también habían unas redonditas, de muchos colores, que tenían
vitaminas y eran todas ricas, las, las…. (Escuchando las voces del auditorio)
ah, sí las frutas y también había uno
bien simpático y bien rico, que hasta le podías poner una hojita de lechuga,
era… ah, sí el sándwich! ¡No sabe lo nutritivos que son… Pero ¿sabe? Yo no
recomendaría para nada que los niños comieran a la hora de los recreos cosas
que los hacen engordar como uno que se chorreaba todo… ¿Cómo se llamaba? (mirando
al auditorio) ¡Pancho! Yo creo que se
llama pancho porque mientras los niños lo comen se queda lo más pancho jajaja
es un chiste también había otra que engorda y no alimenta nada, y encima echa a
perder el estómago, era…. La…la… (Mirando a los niños) Este… ¡La papa frita en bolsa! Yo sugeriría que las papas fueran
expulsadas de esta escuela cuanto antes. Finalmente, señorita, me acuerdo de un
alimento re gordote que tenía pura azúcar y como no todos los niños se lavan
los dientes en la escuela, entonces se les empiezan a salir caries terribles. Este
dulcecito se llama caramelo y es bueno para hacer caries en los dientes y
muelas de los niños que no se lavan tan seguido los dientes y me olvidaba había
una que vino con un hipo!!! Uy!! Ni le cuento, es la famosa gaseosa que aparte
de tener tanto gas tiene mucha azúcar y además, pelea con el calcio y dice que
ella se lo come… Yo, la verdad que la expulsaría también pero me queda un
alimento más… ¿cómo era? Estaban bronceadas… Mmm ah, ya sé las tortitas las sacamos porque tienen
mucha grasa, pero de repente señorita entró el cepillo dental que no es un
alimento pero es muuuuuuuuuuuuuuuy importante para los niños, a ése también lo
dejamos en los recreos para los niños. Bueno, gracias chicos, creo que ya terminé de nombrar a todos….
Maestra: Hiciste un buen trabajo, querido médico de
la escuela. Ahora en tu honor, haremos una fiesta. ¡Que empiece la música!
(Trompetas. Luego, una
música alegre que sirva para ir cerrando el telón, mientras todos bailan al
ritmo de la música)
Fin
sábado, 27 de octubre de 2012
El chat, más allá de los prejuicios, por Flavia Pascualini y Rosalía Pasini
Revista Monitor
Una investigación sobre el uso del
lenguaje de Internet entre los adolescentes
El chat, más allá de los prejuicios
Flavia Pascualini y Rosalía Pasini*
Vivir en el siglo
XXI y ser adolescente hoy implica ser parte de los cambios tecnológicos que
siempre se dan acompañados de cambios culturales. La incorporación de nuevas
tecnologías, internet y celulares, por ejemplo, no significa solo adoptar
nuevas herramientas sino que también implica una transformación de los
vínculos sociales, otras formas de relacionarse con el espacio y el tiempo,
modificaciones en las formas de pensar y conocer.
El uso de las herramientas comunicativas de internet, como por ejemplo el chat, ha generado una suerte de alarma en el mundo de los adultos -entre ellos educadores, madres y padres- ya que temen un deterioro en el lenguaje de niñas, niños y adolescentes, convirtiendo al chat en responsable de los errores de ortografía y de la pobreza del lenguaje. Como docentes de Lengua y Literatura estamos convencidas de que la escuela debe dar no solo aquellos contenidos curriculares preestablecidos por los adultos, sino que debemos trabajar a partir de la realidad próxima del alumno, que comprende, indiscutiblemente, el entorno lingüístico. La motivación de los alumnos para investigar acerca del lenguaje del chat surge a partir de la lectura de una entrevista publicada por el diario Clarín, con motivo de la realización del 3º Congreso Internacional de la Lengua, en la cual quedaba de manifiesto la postura de Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras:"El chateo estimula un idioma cada vez más limitado y amputado, que se basa en no más de 200 palabras y es de una pobreza enorme. El privilegiar la rapidez por encima de cualquier otro valor produce un uso degenerativo de la lengua.". Los alumnos cuestionaron esta sentencia porque no coincidían con sus pensamientos y surge así la propuesta de analizar el lenguaje del chat, observar si puede traspolarse o no a otros ámbitos lingüísticos, incluido el escolar, buscando evidencias en su contexto a fin de comprobar si lo que sostienen los adultos es verdad o solo un prejuicio. A posteriori se sugirió la lectura de material bibliográfico sobre el tema, para revisar diferentes aspectos: la evolución de la lengua, las posturas de diversos teóricos acerca de esto y la aparición del lenguaje del chat y sus características. Se lo comparó con el lenguaje escrito convencional y también se indagó acerca de la ortografía como norma y sus reglas en el idioma español y la evolución de la lengua como sistema convencional y social de signos. Después. se promovió la búsqueda de problemas vinculados con el uso del lenguaje que hacen los adolescentes en la actualidad,lo que permitió que los alumnos se enfrentaran a situaciones conflictivas cotidianas y concretas. Durante el desarrollo del proyecto investigativo -a fin de poner a consideración una cita de autoridad, cuestionarla y buscar fundamentos para demostrar que era una cuestión de "opiniones" que ellos no evidenciaban en su contexto social y escolar-, los alumnos y las alumnas enfocaron el problema, delimitaron la población a estudiar (alumnos de Polimodal de la E. E. M. Nº 241 de Pujato, provincia de Santa Fe, docentes y padres) e intentaron la formulación de hipótesis. Dentro de las actividades desarrolladas, entrevistaron a los alumnos de Polimodal para averiguar si chateaban, con qué fines, y para ver si usan sus deformaciones; también para determinar si este tipo de lenguaje lo utilizan en otros ámbitos, incluido el ámbito lingüístico escolar. Además se conversó con los docentes, madres y padres de los alumnos entrevistados y con profesionales del tema, a fin de recabar sus opiniones acerca del lenguaje del chat, la posibilidad de que se traslade a otros ámbitos y su incidencia o no en la ortografía de los alumnos. Se realizó posteriormente un análisis fundamentado de las encuestas y un cruce de opiniones de los entrevistados. Para observar el lenguaje del chat en uso, se analizaron conversaciones de chat de adolescentes para encontrar aquellas características propias de ese lenguaje, buscando los "errores"o "desviaciones"de la lengua que aparecían allí. Por último, se observaron y analizaron diferentes textos escritos (evaluaciones, trabajos prácticos, toma de apuntes) presentes en las carpetas escolares de los alumnos a fin de "hallar" abreviaturas y otros aspectos propios del lenguaje del chat. s A partir de la investigación, los alumnos concluyen en que las hipótesis planteadas han sido verificadas: los alumnos dicen mantener sus errores de ortografía a partir del uso del lenguaje del chat y no haberlos incrementado. Además, reconocen que existen ámbitos lingüísticos donde las abreviaturas y el lenguaje propio del chat pueden usarse (celulares y correo electrónico) pero que también existen otros, como el escolar, donde este tipo de lenguaje no es adecuado. Esto lo demuestra la revisión de sus carpetas en las que se observan solo las abreviaturas convencionales. Del cruce de opiniones con los adultos se observó que, si bien demuestran un prejuicio sobre el lenguaje del chat, mencionan como responsable de los errores de ortografía a la falta de lectura, el trabajo de corrección del docente y la enseñanza de la lectoescritura. Desde nuestra perspectiva docente podemos decir que, paradójicamente, en plena era de la imagen y como consecuencia de la expansión tecnológica, existen muchas personas que utilizan la escritura para comunicarse. En el lenguaje del chat muchas veces quedan ausentes las reglas ortográficas, pero debe destacarse que, de igual modo, se utilizan elementos propios de la comunicación escrita mediante una nueva y valiosa forma de codificar el lenguaje oral y gestual. Nuestras alumnas y nuestros alumnos pudieron comprender que el lenguaje del chat es solo un código más para comunicarnos, que tiene leyes propias y que se usa en situaciones determinadas. El chat es una herramienta más que nos acercan las nuevas tecnologías, una herramienta para ser usada en circunstancias concretas, con un destinatario que maneja nuestros mismos códigos; depende del usuario de la lengua conocerlos para que el proceso de comunicación sea eficaz. La sociedad actual habla, lee y escribe para pensar y recrear el mundo, para educar, para crear conocimiento, para disfrutar, para comunicarse. Como docentes de Lengua forjamos un proyecto de investigación que les permitiera a nuestros alumnos poder leer, escribir y hablar mejor de lo que ya lo hacen, forjando desde la escuela un espacio multidimensional para buscarle un nuevo sentido a la alfabetización de las generaciones jóvenes, responsabilidad que nos compete, no solo a los profes de Lengua, sino a todos los que enseñamos usando la lengua, para que nuestros alumnos participen activamente en la cultura letrada.
* Profesoras de Lengua y Literatura de la Escuela Media Nº
241 de Pujato, Santa Fe.
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